jueves, 10 de mayo de 2012

El Día en que la Luna se Dividió en Dos...

Viendo colisiones y momento angular en la clase de física, el profesor nos habló de meteoritos y de cómo tenemos a dos titanes protegiéndonos de sus destructores impactos. Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema, atrae a la mayoría de estos cuerpos antes de que lleguen a la tierra. El otro titán, que en realidad es un cuerpo relativamente pequeño, es nuestra amada Luna. Las marcas de cráteres en su superficie plateada confirman que ha sido nuestro escudo por mucho tiempo.


He aquí que el profesor también nos habló de un suceso singular ocurrido hace casi un milenio, cuando se avistó el impacto de un meteoro en la luna.

Foto de la película "La Máquina del Tiempo".

"Y la luna nueva creciente de pronto se dividió en dos. Entre los dos pedazos, una antorcha encendida brilló. Fuego, chispas y luz. El cuerpo de la luna yaciente comenzó a temblar, como una serpiente herida. Luego de un tiempo, la luna desapareció. Pero al día siguiente, ella seguía ahí."


 Esto fue lo que un grupo de cinco testigos apreciaron un atardecer del 18 de Junio, del año 1178 D.C. 


Se trataba de un meteoro de uno a tres kilómetros de diámetro que formó en la luna el llamado cráter de "Giordano Bruno", ubicado en la región noreste de la luna. Es el más reciente cráter de su tamaño o de mayor. Se dice que un impacto de esa magnitud sería devastador en la tierra, y llegaría a terminar con civilizaciones enteras.


Crater "Giordano Bruno", que se creía ser producto del
avistamiento de 1178 D.C.
Sin embargo (aquí viene la parte de la desmentira), en el 2001 el entonces estudiante Paul Withers, de la Universidad de Arizona, afirmó que todo el asunto era un mito


Argumentaba que un impacto así habría durado semanas, y los fragmentos de roca serían tan brillantes que no pasarían desapercibidos en la tierra. Y aún así, solamente se tienen registrados 5 testigos. ¿Qué estaban viendo esos hombres del siglo XII? Withers explicó que seguramente estaban en el lugar y tiempo adecuados, y que lo que vieron podría haber sido un meteoro que se dirigía hacia ellos, y el efecto de desintegración por parte de nuestra atmósfera, les habría mostrado lo que creyeron haber visto.


Ahora imagínate. ¿Qué pensarías si vieras como la luna se divide en dos en un destello de luz inmenso, vibrara ante tus ojos, desapareciera, y luego como si nada, volviera la noche siguiente? Seguro me habría muerto de miedo en primera instancia, y seguro que nunca se me olvidaría tal experiencia.


Fuente: http://spaceflightnow.com/news/n0104/19bruno/

lunes, 2 de enero de 2012

Augurios de Inocencia - Imagen en homenaje

He aquí una imagen que hice en torno al poema "Auguries of Innocence" de William Blake. Uno de mis poemas favoritos y que tiene mucho significado.

"Auguries of Innocence" de William Blake.  Copyright ©HYD 2011.

martes, 22 de noviembre de 2011

Acaso fuimos demasiado rápidos?

Quizá uno de mis mayores defectos (o virtudes, según el punto de vista) es ser demasiado paciente. No me gusta hacer las cosas muy rápido, y si es así, me demoro atendiendo los detalles, o simplemente divagando. Mientras otros se apresuran a llegar al salón, yo camino lentamente para respirar un poco del aire frío y puro de la mañana. ¡¿Para qué apresurarse si llegamos veinte minutos antes?!

En fin, algunos dirían que llevarse las cosas con calma ayuda a que sean mejores. Si nos tomamos más tiempo para hacer algo, seguro que saldrá mejor que hacerlo en 15 minutos. Hace poco me he preguntado, ¿qué tan rápido ha avanzado la ciencia y la tecnología?

Reflexionando por poco tiempo, cualquiera nota que es realmente rápido. Hace veinte años tener un reproductor de cassettes portátil era la máxima tecnología, ahora llevamos más de mil canciones en una usb del tamaño de un pulgar. Hasta hace algunos meses, nadie había cuestionado la velocidad de la luz. Vamos, hace dos horas pude por fin entender un problema de química.

La pregunta importante sería, ¿el desarrollo científico y tecnológico ha sido demasiado rápido? ¿Tanto como para cuestionar si fue bueno o malo?

Alguna vez, un profesor de ciencias sociales nos dijo que sería mejor que dejáramos la ciencia de lado por un rato, y dejásemos que la educación avanzara hasta llegar a una especie de equilibrio. Es una perspectiva interesante, el decir que para avanzar, hay que pausar el trabajo un rato. Quizá pueda hacer una analogía con la forma en que hago mis tareas. Cuando es mucho trabajo, y llevamos ya dos horas frente a la computadora, llega un instante en el que decides pararte y suspender las labores por unos minutos - o incluso una media hora, ¿por qué no? -. De esta forma, es como si el cerebro (CPU de nuestro cuerpo) se enfriara, para que las ideas se refresquen (presionar F5). Y esto no es perder el tiempo, al contrario, al hacer esto se nos hace más fácil (la mayoría de las veces) seguir trabajando, y las ideas fluyen mejor.

Quizá debamos hacer una pausa a la tecnología, analizaramos lo que estamos haciendo, refrescaramos al mundo y reflexionemos sobre lo que es realmente necesario. ¿Dónde están las artes? ¿Dónde, la educación, la literatura, las leyes?


¿Qué hubiera pasado si la ciencia no se hubiera desarrollado tán rápido?
¿Qué si la revolución industrial se hubiera retrasado un poco?
¿Y si las artes, o la moral, o la filosofía, o la educación se hubiesen adelantado a la tecnología?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Bienvenidos

No podría decir cómo llegué a este mundo exactamente. No me refiero al término biológico de nacer, o al complicado concepto filosófico de la existencia. Simplemente no puedo averiguar quién me colocó en un mundo tan fantástico como éste.

¿Es el universo tan complicado como la ley de la relatividad? ¿O acaso es tan simple como que el sol sale todos los días?

Una vez tuve la inquietud de conocer la respuesta. Sabía que era una tarea difícil, pero también sabía que valía la pena.

La búsqueda de conocimiento ha sido un objetivo natural en la historia de la humanidad. Si bien el conocimiento da poder, podríamos decir que está en la naturaleza del hombre el ser curioso. La curiosidad es, a mi parecer, una característica natural de la humanidad, la cual determina su esencia única en el cosmos.

Así pues, desde hace casi un año, conocer el gran espacio en el que a alguien se le ocurrió dejarme, ha sido mi meta.

Pero, para mi mala suerte, me he dado cuenta de que, por mucho que me esfuerce, lea, investigue, trabaje o viaje alrededor de este curioso planeta, no lograré jamás conocer lo suficiente acerca de este universo.


Igual podría vivir cien años investigando, y cada día descubriría algo nuevo. Cómo si fuera un ciclo infinito que jamás me saciaría.

Me queda la esperanza de que algún día, aunque no lo comprenda ni un poco, mi fascinación por él sea diez veces la que me motivó a seguir este camino. Y creo que lo estoy logrando.